jueves, 20 de junio de 2013

Cómo educar a los niños en la creatividad

“En momentos de crisis sólo la imaginación es más importante que el conocimiento.” Albert Einstein
La creatividad es una facultad que no sólo nos sirve, como piensan algunos, para desarrollar actividades artísticas como pintar o escribir. Educar en la creatividad es educar para el cambio y formar personas ricas en originalidad, flexibilidad, visión futura, iniciativa, confianza, dispuestas a  asumir riesgos, sin miedo a equivocarse, y listas para afrontar los obstáculos y problemas que se les vayan presentando en la vida.
¿Y no es esto precisamente lo que se necesita en estos momentos? Individuos capaces de adaptarse a los cambios e incluso de  provocarlos,  que encuentran soluciones diferentes a los problemas, con una mente abierta, dejando a un lado los convencionalismos.
En el mundo de la empresa, los directivos ya se han dado cuenta de esto. Según un estudio realizado por la multinacional IBM entre 1.500 CEOs,  para el 60% de ellos la creatividad es la cualidad más importante para triunfar en los negocios, por encima incluso de la integridad (52%) o del  pensamiento global (35%).
Lo que demuestra lo  importante que es comenzar a fomentar esta creatividad desde niños. Todos, cuando nacemos, tenemos esa capacidad muy desarrollada, pero en muchas ocasiones, por culpa del diseños del sistema educativo e incluso de nuestra propia trayectoria,  damos más importancia a la memoria o al razonamiento lógico en detrimento de la misma. De hecho, en cualquier sistema educativo del mundo hoy por hoy, lo que intentan es “matar” esa creatividad. Así nos los explica Sir Ken Robinson en esta magnífica conferencia (subtitulada) que sin duda nos debe hacer reflexionar a todos.
Aunque parece que ya existe una corriente de preocupación por el escaso papel que se le otorga a la creatividad dentro de los sistemas educativos. Fruto de la misma es el documento de trabajo que la OCDE ha publicado recientemente Avances en la creatividad de los estudiantes en la escuela. Primeros pasos hacia nuevas formas de evaluaciones formativas en  el que se propone una definición de creatividad y se ofrecen sugerencias para su desarrollo, evaluación y seguimiento en el aula.
Los autores plantean que, si bien es comúnmente aceptado que las escuelas deben fomentar la creatividad, hay muchos puntos de vista diferentes sobre cómo debe fomentarse, si debe evaluarse y de qué manera. Observan que en muchos currículos nacionales la creatividad no se aborda explícitamente y pocas veces se define con precisión.
En este contexto, proponen una definición de creatividad basada en cinco dimensiones y exponen los resultados de dos experimentos de campo realizados en centros de Inglaterra basados en este acercamiento al concepto de creatividad.
El modelo presentado se centra en los siguientes aspectos de la mente creativa: “inquisitiva” (preguntarse y preguntar, explorar e investigar, desafiar los supuestos), “persistente” (enfrentarse a la dificultad, atreverse a ser diferente, tolerar la incertidumbre), “imaginativa” (jugar con las posibilidades, establecer relaciones, usar la intuición), “colaborativa” (compartir el producto, dar y recibir feedback, cooperar adecuadamente) y “disciplinada” (desarrollar técnicas o habilidades, reflexionar críticamente, trabajar prestando atención a los detalles y en la búsqueda de una mejora continua).
Pero más allá de lo que ocurra en las escuela  ¿Cómo podemos los  padres ayudar a que los hijos conserven su creatividad natural e incluso a fomentarla? En este artículo he encontrado algunas pautas que pueden ayudarnos:
1.-Respetar el juego infantil. Atiborrar a los menores de actividades extraescolares  y llenar su agenda de obligaciones y actividades no es lo más apropiado para potenciar su creatividad. Los pequeños necesitan disfrutar de tiempo prolongado de juego libre, en el que su imaginación sea la que guíe sus actuaciones e impulse su capacidad de ser creativo.
2.-Proporcionar un entorno inspirador. ¿Por qué no crear un espacio para que los niños den rienda suelta a su creatividad en un rincón de su habitación? Algunas ideas son colocar murales  en los que puedan pintar con libertad, contar con cajas en las que guardar los tesoros que encuentren y recopilar todos los juegos y juguetes que inspiren su creatividad.
3.-No dirigir sus juegos. A los pequeños les gusta saltarse las normas e idear nuevas formas de jugar, como construir una torre en vez de la figura prediseñada con los bloques de un puzzle. Esa es su creatividad natural. Hay que dejar que prueben. Los adultos no deben intervenir si el pequeño quiere utilizar sus juguetes de un modo diferente (siempre que no haya peligro de hacerse daño o romperlos). Al contrario, es importante valorarle y animarle a idear y crear otras maneras de divertirse.

CUATRO JUEGOS Y ACTIVIDADES PARA NIÑOS CREATIVOS

1.-Visitar museos y exposiciones. Ver a través de los ojos de un niño una obra de arte u otro objeto de una muestra puede ser toda una aventura para un adulto. La visita al es una ocasión idónea para entrenar su capacidad creativa.
2.-Los pequeños pueden ser invitados a inventarse una historia sobre una imagen u objeto que observen o a que expliquen a su manera lo que ven en un cuadro.
3.-Leer y leer cuentos. Los cuentos divierten y entretienen a los niños, pero además potencian su capacidad creativa y su imaginación.
Los adultos pueden proponer a los pequeños que imaginen otros finales para sus historias favoritas o pedirles que relaten una nueva si cambian alguno de los acontecimientos de la narración.
4.-Creatividad en grupo Además de fomentar el espíritu creativo y la imaginación del menor, los juegos grupales les ayudan a desarrollar otras habilidades, como la expresión oral y la memoria.
Una propuesta consiste en iniciar una narración con dos pequeñas frases (“Érase una vez un niño llamado Pablo que salió una mañana a navegar en un barco“). El siguiente participante debecontinuar el relato con otras dos nuevas frases que continúen el hilo de la historia (“cuando estaba en alta mar, divisó a lo lejos una isla desierta“) y así de forma sucesiva. Poco a poco, entre todos conseguirán crear un divertido cuento para el que solo habrán necesitado derrochar imaginación.
5.-Interpretar figuras. Un interesante ejercicio creativo para practicar con los niños es tumbarse en la hierba o recostarse en una butaca para contemplar las nubes y que el pequeño interprete qué representa cada una de ellas.
6.-Otra actividad divertida para estimular la creatividad en este sentido es el juego de las sombras. Tan solo es necesario un foco de luz y una pared donde reflejar diferentes sombras creadas con las manos. El siguiente paso es pedirle al niño que cuente qué supone para él.
¡¡Comenzad hoy mismo a educar adultos creativos!!






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