Cuando
comencé a preparar el proyecto los dinosaurios me di cuenta que habían
muchos temas interesantes vinculados a este proyecto y que han surgido del interés
de nuestros niños y niñas
En Chile tenemos el
desierto más árido del mundo y es enorme es conocido por las variadas
extracciones de minerales, pero en él se guardan muchos reliquias entre
ellas encontramos:· Las antiguas momias de Chinchorro en las arenas del desierto de Chile.
· Petroglifos y geroglifos
Y a continuación dejo algunas de las reseñas de lo mencionado anteriormente que es un valioso aporte para el conocimiento de nuestros niños y niñas
Las Momias de Chinchorro
Por Bernardo Arriaza, Universidad de Tarapacá, Arica, Chile.
http://www.explora.cl/index.php?option=com_content&view=article&id=2238:las-antiguas-momias-chinchorro-en-las-arenas-del-desierto-de-chile&catid=323:identidad&Itemid=1128
Hace 7000
años, en la quietud del desierto del norte de Chile y con la brisa constante
del mar, un pueblo de personas que hoy conocemos como cultura Chinchorro,
emprendió un trabajo fascinante: la preservación de sus muertos. Dos mil años
antes que los egipcios, estos antepasados elaboraban las primeras momias
artificiales del mundo.
Para
realizar este especializado trabajo, los Chinchorro crearon varias técnicas con
las cuales confeccionaron momias clasificadas en 3 tipos: Negras, Rojas y con
Vendas. En el patio de sus pequeñas viviendas, construidas de palos y cubiertas
de pieles de animales marinos y totoras, tenían todos los implementos usados
por los expertos y aprendices que practicaban estas técnicas mortuorias:
arcillas, fibras, cuchillos, pinturas, cuerdas y agua.
¿Cómo
hacían las momias?
Para cada
tipo de momia existía una técnica y terminaciones especiales. Las negras (5.000
a.c.) eran las más complejas, ya que los cuerpos se reconstruían como estatuas.
Una vez limpio el cuerpo y esqueleto, se creaba un armazón o estructura interna
muy rígida con huesos, palos y juncos, amarrados con cuerdas de fibra vegetal,
reforzando la estructura al nivel de las rodillas, codos y tobillos. Luego, el
preparador fúnebre moldeaba arcilla gris en todo el cuerpo, recuperando parte
del volumen corporal perdido.
Con una
pasta negra (óxido de manganeso), utilizando brochas de fibra vegetal, pintaban
externamente todo el cuerpo con una delgada capa. Después, los preparadores
fúnebres creaban una peluca con manojos cortos de cabello, atándolo en unos de
sus extremos. Para modelar las características máscaras de las Momias Chinchorro,
marcaban los ojos con un delgado palito, mientras que la nariz y la boca se
señalaban con pequeños orificios. Posiblemente, creían que las momias contenían
el espíritu del difunto, ya que las pintaban con los ojos y la boca abierta
proyectando vida.
Las momias
rojas (2.000 a.c.) eran un poco más sencillas que las negras y el cuerpo se
intervenía menos, ya que hacían cortes a nivel del estómago y removían los
órganos, aunque también se reforzaba la estructura con maderos, como en el caso
de las momias negras.
Enseguida
rellenaban el cuerpo con tierra y lana de camélido (como el guanaco), cerrando
las incisiones una vez que lograban el volumen deseado. En la cabeza también se
ponía una peluca con largos manojos de cabello, de unos 60 cm. de largo, para
luego pintar todo el cuerpo con tierras rojas (óxido de fierro), exceptuando la
cara que era de color gris, negra o rojiza.
Aparte de
las diferencias en la confección, las momias rojas y las vendadas tienen un
resultado más artístico, mientras que las negras eran más complejas en su
elaboración. Los diferentes tipos se confeccionaron en diferentes épocas,
comprendiendo en total un largo período de 3.500 años.
Las
técnicas de conservación de los Chinchorro, la carencia de lluvias y las sales
del desierto contribuyeron a la preservación de los cuerpos y de sus
artefactos. Es indiscutible el cuidado que ponían en la decoración de las
momias y en sus rituales, porque una vez terminado el proceso de momificación,
el cuerpo podía ser venerado y mantenido en la comunidad.
Una de las
características llamativas de los Chinchorro es que muchos de los cuerpos
momificados corresponden a bebés y niños pequeños. Además de una forma de
demostrar su amor por quienes partían prematuramente, esta práctica
probablemente surgió por la larga exposición de este pueblo a un ambiente con
altos niveles de arsénico, lo que provocaba alta mortalidad infantil. Al
desconocer la explicación de este fenómeno, intentaron detenerlo preservando
los cuerpos de sus seres queridos.
Si bien son
muchas las preguntas sobre las personas de ese tiempo, este artículo pretende
ayudar a comprender y desentrañar el pasado de las momias Chinchorro, las
creaciones más antiguas de este tipo en el mundo.
· La Ruta del Dinosaurio
Por Ale
Mcalister
Pica,
el pequeño oasis del desierto, poéticamente llamado Flor en la Arena, dista de
114 kms de Iquique. Ubicada en el Camino del Inca y un lugar de
asentamiento de los primeros colonizadores de Chile como Diego de Almagro y
donde las diferentes culturas Precolombinas existieron.
Antropólogos
y Autoridades desean consolidar a Chacarilla, 60kms al sureste de Pica, como un
lugar de importancia mundial para el estudio de los dinosaurios. A fines de los
años 50, durante las primeras prospecciones de petróleo en Chile desarrolladas
por la ENAP geólogos norteamericanos Dingman y Galli estuvieron en este lugar
en 1962 y realizaron el primer catastro.
Gracias a esta información obtenida, un
paleontólogo de la Universidad de Yale en Estados Unidos determino que las
pisadas correspondían a tres grandes grupos de dinosaurios: Saurópodos,
Terópodos y Estegosaurios. Transcurrieron 37 años sin que hubiera estudios
acabados.
El sitio permaneció semi-oculto con escasa presencia de visitantes hasta que durante el verano de 1999 un grupo de especialistas entre ellos geólogos y biólogos estuvieron dos semanas en terreno para medir y clasificar las decenas de pisadas o de ignitas como los científicos denomina a las huellas fosilizadas, determinando que estos dinosaurios se movían en manadas.
Cien millones de años el Norte Grande Chileno era un territorio selvático extenso, con ríos grandes que desembocaban en un mar cercano. Los continentes aún estaban en proceso de formación por lo que Sudamérica estaba unido a África y los dinosaurios dominaban el territorio.
Estos grandes animales prehistóricos, caminaban junto a los cauces de agua y dejaban sus pisadas marcadas en el barro. Por este motivo, hoy, en el siglo XXI, los humanos pudieron encontrar las huellas fosilizadas de los extintos dinosaurios, que existieron por 65 millones de años.
Al Sureste, 40 kilómetros de la comuna de Pica es posible encontrar estas huellas en los cerros que conforman la Quebrada de Chacarilla. Existen al menos cinco sitios reconocidos oficialmente y cada uno de ellos cuenta con pisadas de al menos siete especies diferentes.
Alguna de estas huellas tienen una dimensión de 75 centímetros de largo y corresponderían a un dinosaurio que se sostuvo en cuatro patas y que sería de mayor tamaño que el Giganotosaurio Carolini, encontrado hace pocos años en la Patagonia Argentina, considerado como uno de los dinosaurios más grandes del mundo, es más, de mayores dimensiones que el bien conocido carnívoro Tiranosaurio Rex.
· Petroglifos y geroglifos
En varios lugares de la zona norte de Chile se pueden ver
petroglifos, figuras grabadas en rocas, y geoglifos, gigantescas imágenes en
las laderas. En el valle de Azapa y en el de Lluta, en las cercanías de Arica y
en las montañas de Pintados, a 96 km de Iquique, están los más importantes. Se cree
que sirvieron de señales para los pueblos nómades, indicando rutas comerciales
y la presencia de agua en esta árida zona.
A menos de 40 km de la mina de Chuquicamata, en las cercanías de
Calama, se encuentra Chug Chug, donde se pueden ver varios petroglifos en una
ladera. Uno parece un surfista de la antigüedad, aunque la mayoría son
geométricos. Pertenecen a la cultura Tiahuanaco del Titicaca y otros son
incaicos. El más antiguo data del año 500 d.C.
También en el norte, pero en el pintoresco pueblo de San Pedro de Atacama, está el Museo Gustave
Le Paige, que lleva el nombre de un sacerdote y arqueólogo francés que dedicó
su vida a recolectar y clasificar restos arqueológicos en esa zona. Aquí se
guardan sus grandes hallazgos: cerámicas, tejidos y utensilios de chamanes
indígenas.
En los alrededores de San Pedro de Atacama está también el
pucará de Quitor,
una fortaleza incaica a la cual se puede llegar en bicicleta y que incluye una
linda vista al valle. Otro imperdible en las cercanías es la aldea de Tulor,
una joya de 3.000 años que permite conocer las habitaciones donde vivían los
atacameños.
Enlaces interesantes para iniciar el proyecto que recolecte de muchos sitios en la web
Cuentos y Vídeos para el poryecto
Este enlace nos lleva a un bello cuento realizado con muñecos de palticina
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